Fue un diplomático español que,
como Cónsul General de España en Atenas desde 1943 a 1944. Organizó la repatriación por tierra, mar y
aire de los judíos de origen sefardí.
Entre marzo y junio de 1943, 48.000 judíos de Salónica fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz. Romero Radigales actuó para
intentar liberar a los deportados sefardíes. Ignorando a las autoridades
alemanas, consiguió trasladar 150 sefardíes desde Salónica a Atenas.
Ante la falta de respuesta del
régimen de Franco sobre la repatriación de los judíos
sefardíes, Alemania propuso como solución provisional su internamiento en Bergen-Belsen.
Romero se opuso rotundamente, pidiendo el internamiento en territorio griego y
la exclusión de niños y ancianos, además de que el transporte se realizara en
las mejores condiciones posibles. El 13 de agosto de 1943 llegaron a Bergen,
después de doce días de viaje, 367 judíos sefardíes, entre ellos 40 menores de
14 años y 17 mayores de 70 años. El Cónsul logró evitar la confiscación de los
bienes de algunos sefardíes, que llegaron a España entre el 10 y el 13 de
febrero de 1944.
Sebastián Romero y otros
diplomáticos españoles que, como él, ayudaron a los judíos a huir de los nazis, fueron rescatados del olvido el año 2000 cuando el Ministerio de Asuntos
Exteriores de España dedicó una página web a su memoria, denominada Diplomáticos españoles durante el Holocausto. Posteriormente, en el 2007,
fueron homenajeados de nuevo en una exposición titulada Visados para la libertad organizada por la Casa Sefarad en Madrid.
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